Autorretrato
Hacia 1898. Óleo sobre lienzo, 83 x 58,5 cmSala 102
José Villegas Cordero fue director del Museo del Prado entre 1901 y 1918. Su obra es prolífica en extremo, destacando de su amplio repertorio la pintura de historia y la de género, ya veneciano, neoárabe o taurino, así como el retrato, casi siempre intimista, que se recrea en la figura de su esposa, Lucía Monti, sobre todo, o en la misma suya y en la de sus amigos y parientes.
Este autorretrato fue pintado cuando el artista tenía unos cincuenta años. Concentra la atención en el rostro para lograr una representación sintética, casi icónica, del artista pintor: ropón de faena, boina, paleta, pinceles y lienzos.
Como el Velázquez de Las meninas (P1174), aparece altivo, detrás del lienzo, mirando atentamente al retratado, que se identifica con el espectador. El objeto-sujeto de esa mirada está sentado, lo que justifica el punto de vista bajo, que magnifica sutilmente la elevación o vanidad del artista. La luz, que inunda a la contra el lienzo que está pintando, se refleja en su rostro e ilumina el plano del fondo, recortando su figura. Quizá el autorretrato más denso y conceptista de los realizados por Villegas, difiere éste notablemente de otros de fecha cercana, como el de la Galleria degli Uffizi (1897), que presenta un tono más descriptivo y cierto aire de pose escultórica (Texto extractado de Villar, A. en: Artistas pintados. Retratos de pintores y escultores del siglo XIX en el Museo del Prado, Museo del Prado, 1997, p. 160).