El agua bendita, comendadoras de Santiago
1866. Óleo sobre lienzo, 130 x 208 cmDepósito en otra institución
Escena en el interior del convento de las Comendadoras de Santiago, en Madrid. Muestra la entrada de las monjas comendadoras a la capilla en el momento en que toman el agua bendita. Esta representación, ejecutada sobre una tela de grandes proporciones se articula en forma de arco que se sigue sin interrupción por medio de la fila que mantienen las monjas. Éstas van bajando la escalera desde el piso superior y giran atravesando un arco que da paso al primer plano de la composición, donde cuelga en una pared una copia del Martirio de San Felipe, de José de Ribera (P1101), y bajo el que se extiende todo un friso de azulejos de gran colorido. En la esquina izquierda del friso, toman el agua bendita que les da paso a la capilla, donde desaparecen.
A pesar de ser una obra narrativa, también hay un afán de descripción arquitectónica. Es una pintura de interiores realizada con gran minuciosidad y detalle en el dibujo de los elementos constructivos, las vigas de madera en el techo, el alicatado de la pared, las losetas del suelo perfectamente delineadas, el friso de la puerta de entrada a la capilla, así como la moldura que adorna los muros de la escalera.
El autor recibió por esta obra la medalla de tercera clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1867 (Sáenz Ostiategui, M. E.; La pintura del siglo XIX en el Museo de la Rioja, Logroño: Instituto de Estudios Riojanos, 1988, p. 24.)