En los altos de Fuenfría (Sierra de Guadarrama)
1891. Óleo sobre lienzo, 49 x 69 cm. Depósito en otra instituciónAureliano de Beruete pintó los Pirineos, la Cordillera Cantábrica, los Alpes y, sobre todo, el Guadarrama. Sus paisajes montañosos los supo analizar y ver con el rigor del naturalista y del geólogo. Interés que acogió desde que en 1874 acompañara a Carlos de Haes, el introductor del paisaje en España, a los Picos de Europa. En esta pintura el artista, con una sencilla composición en diagonal que toma de la propia geografía, ha representado un fragmento de naturaleza perfectamente reconocible y en el que la herrumbrosa corteza de los pinos silvestres a los que el viento de la altura despoja de ramas, los bloques de granito redondeados por la erosión o el reseco pastizal en el que las vacas pacen son, junto a la luz y a la pincelada, testimonio de las dos tendencias –realismo e impresionismo- a las que se mantuvo fiel el artista quien, al cubrir de color un lienzo no se planteaba ser clásico o innovador sino, como ya indicara su crítico, Ramón Faraldo, "pintar vívidamente la vida, sintiéndose envuelto en una suerte de comunicación exaltada con la tierra".
Aparicio Gonzalez, J., Tiempo de Cambios Segovia 1874-1931, Caja Segovia.Obra Social, 2002, p.216-217