Florero
Siglo XVII. Óleo sobre lienzo, 61 x 83 cm. No expuestoEsta obra forma serie con otros cinco cuadros (P1054, P1055, P4093, P5313 y P5314) procedentes del convento de San Felipe el Real, Madrid, desde donde pasaron al Convento de la Trinidad. En su contexto original estos floreros debieron ser considerados imágenes del mundo natural que elevaban los espíritus de los espectadores en alabanza al Creador.
A juzgar por su estilo y su técnica, este cuadro y sus compañeros son destacados ejemplos de la obra madura de De la Corte. Los cuencos están llenos con densos ramos, cuyas flores ocupan el campo pictórico en la característica manera del horro vacui de los cuadros de De la Corte. La abundancia de variedades y la tempestuosa vitalidad de éstas son también cualidades típicas de las obras de este artista. Gabriel de la Corte ha seguido los convencionalismos en lo relativo al claroscuro, concentrando las flores de colores claros en el centro de la composición como un aliciente cromático para el espectador, relegando las tonalidades más oscuras a la periferia del ramo. Sin embargo, la factura de estos cuadros es enteramente suya. En todos los cuadros de la serie, De la Corte ha utilizado un lienzo relativamente grueso, de trama abierta, que era su soporte preferido. A pesar de que las obras han sido forradas en el siglo XIX, todavía se aprecia la superficie pictórica, vigorosamente trabajada, que era una característica de su estilo. Gracias a su intuitiva técnica de pintar sobre mojado, trasmite la impresión de una amplia gama de tonalidades y algunas mezclas de colores son de una considerable sutileza cromática. Si bien la mayor parte de las flores están modeladas con densas pinceladas de pigmento, los pétalos de tulipanes y de las rosas han sido creados por medio de veladuras transparentes, mucho más finas. Con su habitual pincelada segura, espontánea y franca, De la Corte transmite en estos cuadros la emocionante impresión de frescuras de las flores (Texto extractado de Cherry , P.: Flores españolas del Siglo de Oro. La pintura de flores en la España del siglo XVII. Museo Nacional del Prado, 2002, p. 142.)