La Inmaculada Concepción
1733. Óleo sobre lienzo, 208 x 141 cm. Depósito en otra instituciónObra inspirada en un probable prototipo de Cerezo, conservado en la Hispanic Society de Nueva York, sin embargo prefigura ya una nueva estética dieciochesca. El vestido de la Inmaculada es de color plateado grisáceo y consigue los brillos de las telas con largas pinceladas blancas. Las carnaciones son muy claras y suaves y los angelotes, con sus alas azules y las flores que llevan en las manos, dinamizan el cuadro, de gran calidad. La manera de pintar las telas, el tono gris acerado para el traje, los adornos de perlas de las bocamangas, así como su prototipo de los ángeles, son rasgos muy característicos del pintor (Texto extractado de Santiago Páez, E. M.: Miguel Jacinto Meléndez. Pintor de Felipe V, Museo de Bellas Artes de Asturias, 1989).