Medea, con los hijos muertos, huye de Corinto en un carro tirado por dragones
Hacia 1887. Óleo sobre lienzo, 225 x 166 cm. No expuestoMedea es hija de Eetes, rey de la Cólquida, y de la ninfa Asterodia. Es esposa de Jasón y madre de sus dos hijos.
Según la tragedia de Eurípides, Medea, herida de celos ante el segundo matrimonio de su esposo Jasón con Glauce, decide matar a su rival y a sus propios hijos para vengarse de Jasón, y huye con sus cadáveres en el carro de Helios hacia el bosque sagrado de Hera, en Atenas.
Medea con sus hijos muertos era un tema de inspiración romántica, lleno de connotaciones trágicas en las que se mezclaban el amor, la traición, el vacío interior, la venganza, la soledad y la desesperación ocasionada por la muerte, a sus manos, de sus propios hijos. De todas las versiones posibles del mito -desde Apolonio de Rodas a Eurípides o Séneca- Hernández Amores elige el instante que representa la venganza demoniaca de la maga unida a la tragedia de un escenario con un cielo sombrío, cargado de nubes. Medea representa el espíritu de aniquilación como Jasón, el de la ingratitud y la soberbia. A diferencia de Delacroix, cuya Medea, de 1838, está asesinando a sus hijos, Hernández Amores elige la escena inmediatamente posterior, y compone un drama a medio camino entre la venganza y el arrepentimiento, del amor con final trágico (Texto extractado de: Pintura del Siglo XIX en el Museo del Prado: Catálogo General, Madrid: Museo Nacional del Prado, 2015, p. 288 y Germán Hernández Amores 1823-1894. Pintor del Romanticismo Nazareno, Murcia: Fundación Caja Murcia, p. 46).