Salomé recibiendo la cabeza del Bautista
Principio del siglo XVI. Óleo sobre tabla, 62 x 78 cm. No expuestoBernardino Luini abordó varias veces este pasaje del Nuevo Testamento (Marcos 6, 27-28), siendo la versión conservada en la Gallería Uffizi de Florencia la más próxima a la del Museo del Prado, que sólo difiere de aquella por incluir a una sirvienta en compañía de Salomé. Aunque la Biblia señala que la cabeza del Bautista le fue mostrada a Salomé en un plato o bandeja, pintores flamencos del siglo XV como Roger van der Weyden o Hans Memling introdujeron la fórmula del verdugo asiendo la cabeza. Esta variante iconográfica traspasó pronto los Alpes, popularizándose en Italia a principios del siglo XVI de la mano de Andrea Solario, quien dotó de mayor dramatismo a la escena al emplazar los personajes en primer plano. Las aproximaciones de Solario al tema de Salomé conocieron un éxito considerable a tenor de su influencia en Agostino Veneziano o el mismo Luini, unido a Solario por una misma formación junto a Leonardo en Milán. Luini sigue a Solario al ubicar los personajes en primer plano y en el detalle del verdugo asiendo la cabeza del Bautista, aunque se distancia de él en la actitud de Salomé, que pudorosa rehuye mirar al decapitado, en una pose derivada de un dibujo de María Magdalena de Leonardo en el Courtauld Institute of Art.
Aunque la mayoría de los especialistas atribuyen la pintura a Luini, no han faltado dudas suscitadas por su deficiente conservación. Ya sea por esta razón o por la más que probable participación del taller, resulta evidente la diferencia de calidad entre las figuras de Salomé y el Bautista y la del verdugo.
Museo Nacional del Prado, Pintura italiana del Renacimiento: guía, Madrid, Museo del Prado, Aldeasa, 1999, p.88