Nunca pensé que el Museo fuera a ser mi destino, que iba a estar trabajando aquí toda mi vida. Pero realmente es que me fue atrapando, me fue conquistando. Hubo momentos mejores y peores, y no renunciaría a ninguno de ellos. Quizá es ahora cuando digo: “Ya ha sido suficiente. Creo que es mejor que me vaya”; porque ya noto la edad. Pero me he mantenido con la misma ilusión. Siempre me ha estado aportando cosas. Era el mejor sitio para estar, ningún otro me hubiera aportado tanto. Veo muy difícil que en otro lugar pudiera haber aprendido y conocido tanto. He sido una privilegiada en ese aspecto.
Ingresa en el Museo como mecanógrafa y secretaria de los directores, para pasar desde 1973 al área de Documentación y Archivo, donde se encarga, entre otros aspectos, del archivo sistematizado de informes del taller de Restauración.
Entrevista realizada el 03 de mayo de 2018