(Delft, 1596-1647). Pintor holandés. Pocos son los datos conocidos de los primeros años de este artista. Debió de formarse en su país natal, Holanda, de donde partió en 1614. Viajó a Francia, donde conocemos sus estancias en París y Aix-en-Provence, y en Italia, en Parma y Roma, llegando a esta última ciudad en 1618. Allí trabajó durante los años siguientes, y volvió a Delft en 1628. En Italia se sabe de su trabajo para altos dignatarios como el príncipe Mario Farnesio y el cardenal Scaglia. Ya en Roma fue atraído por los pintores caravaggiescos, especialmente por Adam Elsheimer. Su gusto por los fuertes claroscuros y los ambientes nocturnos le procuraron el sobrenombre de «Leonardo delle Notti». Aplicó estas características al género del paisaje, que pobló de motivos mitológicos y bíblicos. En Holanda se impregnó posteriormente de la pintura de Rembrandt, obteniendo un gran éxito y llegando incluso a realizar obras al fresco. También se dedicó a la ilustración de textos literarios, entre los que se encuentran obras de Virgilio o los hispanos Los Sueños, de Quevedo y El Lazarillo de Tormes. El Museo del Prado posee dos óleos de Bramer adquiridos por Carlos IV y que se inventarían por vez primera en la Casa de Campo de El Escorial en 1779.