Cavedone, Giacomo
Sassuolo, Emilia-Romaña, 1577 - Bolonia, 1660Hijo de un modesto pintor de escasa fama, Cavedone llegó muy joven a Bolonia para entrar como paje al servicio del conde Carlo Fantuzzi, quien descubrió las aptitudes artísticas del joven e insisitió ante su padre para que le enviara a una academia de pintura. Entró a los catorce años en la de los Carracci y se convirtió en uno de los más notables discípulos de Ludovico. A principios del siglo XVII realizó su viaje de estudios a Venecia, cuyo influjo será decisivo en el colorido de su pintura y en la técnica de sus dibujos, estrechamente relacionados en el uso del carboncillo con los de los Bassano. De regreso a Bolonia colaboró con su maestro en los frescos del claustro de San Michele in Bosco. Hacia 1610 llegó a Roma, para ayudar a Guido Reni en la decoración de la Capilla Paolina en el Palacio del Quirinale. Fueron numerosos sus cuadros de altar, que le varieron una fama bien merecida, entre otros la 'Madonna de San Aló' (1614), su obra maestra, hoy en la Pinacoteca de Bolonia y la 'Adoración de los Reyes', en la iglesia de San Paolo Maggiore, así como los frescos con figuras de Profetas en San Salvatore in Lauro, obras todas en las que junto al colorido de origen veneciano aparece la religiosidad profunda en la concepción de sus figuras, tratadas con un realismo y austeridad que curiosamente acercan a Cavedone a nuestro Zurbarán. Su carrera se vio truncada en 1624, cuando cayó de un andamio mientras pintaba los frescos de la iglesia de san Salvatore, accidente que obligó a Cavedone a abandonar la pintura. Vivió desde entonces, hasta su muerte ocurrida en 1660, de la caridad de sus amigos, muriendo abandonado en la miseria más absoluta (Mena Marqués, M., Museo del Prado. Catálogos de Dibujos. T.VI. Dibujos Italianos del Siglo XVII, 1983, p. 56).