Carlos I de España y V de Alemania - Alegoría de la Salud Pública
1547.No expuesto
En el anverso su busto a derecha, cabeza cubierta con sombrero plano de ala corta, cabello corto rizado y barba larga en punta. Lleva manto abierto por delante que deja ver sobre el pecho el Toisón. En el anverso figura femenina clásica en pie, con lanza, extendiendo su mano derecha con una patera hacia una serpiente que se yergue sobre una ara entre dos columnas del pórtico de un templo. A la izquierda, en el interior de una hornacina, la estatua de otro dios, quizás Hermes, con caduceo.
Si comparamos la semejanza del busto del emperador, rasgos, variación mínima en el ropaje, tocado que lleva en esta fantástica medalla, con el mismo de la medalla Carlos V del Museo Arqueológico Nacional (1993/80-149), fechada en 1542, podemos situarla también en el primer período milanés de Leone. Este mismo tipo utiliza también en la medalla recogida como inédita por Simonis y ejecutada en Bruselas durante su primera estancia en 1549, con la particularidad de que su reverso lleva a su vez un busto del príncipe Felipe muy semejante al de la fantástica pieza del mismo príncipe y con el reverso COLIT. ARDVA. VIRTVS, que regaló el artista al emperador en su llegada.
En su reverso, como es frecuente no sólo en sus medallas dedicadas a la familia real, sino también en toda su producción en general, utiliza un tema mitológico alusivo y ensalzador del personaje representado, en este caso el emperador.
Se puede decir que la figura femenina representa a la diosa Minerva, que blande una lanza (transformación del rayo). Diosa de la guerra y a la vez deidad protectora de la paz, de las ciencias y de las artes, símbolo de la serenidad intelectual y moral, aparece en actitud pacífica sin escudo ni casco, pero sí en cambio con su atributo: la serpiente, también símbolo de la prudencia, en clara referencia a una tradición ateniense que decía que una serpiente habitaba en la cripta del templo consagrado a Atenea, el Erecteion. El Renacimiento, siguiendo el texto de Matthieu (X, 16), ve en la serpiente de Atenea un símbolo de la prudencia, cualidad dominante de la diosa.
(Texto extractado de: Los Leoni (1509-1608): escultores del Renacimiento italiano al servicio de la corte de España, Madrid: Museo Nacional del Prado, 1994, pp. 176-177).