Cleopatra dándose muerte
Siglo XVII. Óleo sobre lienzo, 202 x 152 cmDepósito en otra institución
En las Vidas paralelas, Plutarco describe cómo fue el final de la vida de Cleopatra, la última reina de Egipto. Desposada con Marco Antonio, quien se había hecho con el control de la parte oriental del territorio romano como parte del Segundo Triunvirato (43-38 a. C), suponía para Octavio una amenaza política para el Imperio. Este cónsul denunció ante el Senado el riesgo que suponía esta unión, pues consideraba que Marco Antonio tendría un rol de total sumisión ante Cleopatra. Las ambiciones de esta harían peligrar la integridad territorial, lo que les llevaría a enfrentarse en una batalla de la que Octavio saldría victorioso. Tras la muerte de su esposo y ante la posibilidad de ser exhibida en Roma como un trofeo de guerra, Cleopatra decidió quitarse la vida con el veneno de un áspid. El coraje y el noble orgullo demostrados por ella en este episodio, unido al mito de su belleza, la confirmaron como exempla virtutis en un proceso similar al de otras heroínas históricas, como Judith y Lucrecia. Con esta última, además del análogo modo de poner fin a su existencia, tiene en común que fueron protagonistas de historias ligadas a un acontecimiento político de relevancia para Roma, pues con la caída de Cleopatra y Marco Antonio Egipto perdería su independencia y sería convertido en provincia romana.
La muerte de Cleopatra sería ampliamente difundida en obras literarias y artísticas como reflejo de esas virtudes, llegando a encontrarse habitualmente en las colecciones europeas en la Edad Moderna. Si bien las fuentes no aportan detalles precisos sobre su suicidio, se propagó una imagen erótica de la soberana semidesnuda en acto de dejarse morder por la serpiente, la cual suele estar ubicada en el pecho y mordiendo cerca del pezón, como aparece en la pintura aquí analizada. Con el decoro impuesto tras el Concilio de Trento, los artistas recurrían a este tipo de episodios para poder representar desnudos sin llegar a ser censurados, escenas que eran también muy demandadas por los coleccionistas. Aunque tampoco se conoce si el desenlace se produjo en su tumba o en el palacio, las versiones más populares la sitúan en un salón, rodeada de cortinajes y otros objetos que indican el lujo asociado a su condición de reina. En este cuadro, atribuido a Andrea Vaccaro, se aprecian los elementos comunes a esta iconografía, como la cesta de frutas y las ostentosas vestimentas y joyas que la adornan. El pintor efigió a Cleopatra en una posición muy teatral, reclinada en una silla, apoyando un brazo sobre la mesa y un pie en un escabel, mientras se abre el vestido con una mano y con la otra se aproxima el áspid a su piel. El dramatismo se acentúa con la posición de su cabeza dirigida hacia el infinito y la contención de cualquier sentimiento, recalcando su orgullo. Por otro lado, el erotismo se ve potenciado aquí al mostrarse sus pies y al insinuarse la forma de sus piernas bajo los pesados ropajes.
Esta composición recuerda a las creadas por los artistas de la escuela boloñesa en la primera mitad del siglo XVII, aunque su estilo sitúa su creación en el taller de un pintor napolitano. La combinación de ambas características permitió atribuir este lienzo a Andrea Vaccaro desde al menos 1746, cuando se inventaría por primera vez en el palacio de La Granja, procedente de la colección de Isabel de Farnesio. En ese mismo lugar lo contemplaron Antonio Ponz y Antonio Conca a finales de esa centuria, quienes estuvieron de acuerdo en darla a los pinceles de ese maestro. Así llegó hasta el siglo XX sin que la crítica cuestionara su paternidad, cuando Pérez Sánchez señaló que este lienzo podría estar más cerca del estilo de Francesco Guarino (1611-1654). Xavier de Salas, según opinión de H. Voss, también lo pondría en duda y, como consecuencia, en los catálogos de las pinturas del Museo del Prado realizados en 1972 y en 1990, esta aparece con una atribución incierta a Vaccaro. No obstante, en la actualidad vuelve a considerarse como obra certera de este pintor napolitano.
Japón, Rafael, 'Andrea Vaccaro. Cleopatra dándose muerte' En: El factor Prado: los depósitos del Museo Nacional del Prado., Museo de Bellas Artes de Asturias,, 2022, p.58-61 nº 10