El escultor Ricardo Bellver
1869. Óleo sobre lienzo, 70 x 56 cmSala 062A
Retrato de óvalo, de busto y tres cuartos, con la mirada fija en el espectador y expresión relajada. La mano derecha del retratado sujeta, a la altura del pecho, el vuelo de la capa que lleva echada al hombro izquierdo mostrando un forro rojo, que oculta parcialmente su corbata de lazo sobre camisa blanca.
Ricardo Bellver y Ramón era hijo, sobrino y nieto de escultores valencianos; su padre se había establecido en Madrid, donde nació Ricardo en 1845. Destaca especialmente entre su obra El ángel caído de 1878 (Museo del Prado, E727), escultura en bronce que se halla en el Parque del Retiro de Madrid. Murió en Madrid en 1924, y fue uno de los principales escultores españoles de su generación. Retratista y retratado eran compañeros, amigos de juventud, y hasta cuñados, y ambos obtendrían por primera vez -en el caso de Bellver única- primera medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid en la misma edición de 1878.
Este retrato es una obra de juventud, anterior a la mayoría de pinturas más famosas de Ferrant, que fue Director del Museo de Arte Moderno de Madrid desde 1903 hasta su muerte en 1907. Es un bello retrato de refinado realismo, alejado de la rigidez que caracterizaba a los retratos oficiales que nada tienen que ver conceptualmente con éste debido a la estrecha relación personal existente entre ambos artistas. Es, con todo, una obra realizada con la acusada corrección con que el académico Ferrant resolvería siempre sus óleos, no así sus bocetos, mucho más frescos y audaces. Especial mención merece el fondo, absolutamente inconcreto, pero en el que el pintor modula un sutil juego de luces y sombras que realzan sabiamente el relieve de la figura que se destaca sobre él (Texto extractado de Fontbona, F. en: Artistas pintados. Retratos de pintores y escultores del siglo XIX en el Museo del Prado, Museo del Prado, 1997, p. 128).