Ferrante Gonzaga
1555 - 1556.No expuesto
Medalla unifaz. En el anverso un busto barbado, a izquierda, de Ferrante Gonzaga. Cabeza desnuda, cabello corto y rizado. Viste armadura labrada que cubre con manto. Lleva el Toisón.
Gracias a la correspondencia publicada por Plon, esta medalla está documentada y se sabe que fue comenzada por Leone en Milán, y fundida en 1555-56 durante la segunda estancia del artista en Bruselas. Su éxito fue tal, que el mismo Carlos V y el arzobispo de Arras quisieron tener un ejemplar.
Aunque no es lógico que el aretino tardase tanto tiempo en dedicar una medalla a su protector y amigo, más aún cuando sí lo había hecho a su hija en 1551, quizá ahora sería el momento en que Gonzaga necesitase más de su ayuda, pues, siendo uno de los generales más distinguidos del emperador, a quien acompañó en la expedición de Túnez, parece que, por intrigas o por supuestos abusos a que sometió a sus súbditos, Carlos V le llamó a Bruselas, siendo condenado primero y después indultado, retirándose a sus estados hasta que Felipe II le llamó para tomar parte en la batalla de San Quintín. Plon recoge "que después de haber tardado tanto tiempo, Leoni envía su medalla a Ferrante diciéndoles que la ha hecho con tanto amor que si no le satisface de león pasará a estúpido".
El anverso de esta medalla muestra un enérgico busto de Ferrante muy a tono con su título de Prefecto de la Galia Cisalpina (Lombardía) y general de los ejércitos imperiales. Ataviado ricamente, el retrato plasma toda la energía que sin duda poseía el homenajeado. (Texto extractado de: Los Leoni (1509-1608) : escultores del Renacimiento italiano al servicio de la corte de España, Madrid: Museo Nacional del Prado, 1994, pp. 185-187).
Belén Bartolomé Francia cita en el mencionado catálogo, un ejemplar con el reverso original en el que se representa a Hércules luchando delante de la hidra, en el Museo Arqueológico Nacional (M. A. N. 1993/80-161).