La Aparición de la Virgen a San Francisco
1788 - 1789. Óleo sobre lienzo, 216 x 273 cmDepósito en otra institución
La imagen de esta escena se relaciona con un pasaje de la vida de San Francisco, según el cual, la sangre producida durante el transcurso de una penitencia, habría hecho crecer unos rosales, cuyas flores se empleaban en el adorno de la capilla de la Porciúncula, lugar dedicado a la Virgen, que fue escogido por el santo para rezar en su retiro. Según la tradición lugar muy frecuentado por los ángeles, de ahí que se la conozca por la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles.