La Coronación de la Virgen
Hacia 1653. Óleo sobre lienzo, 52 x 62 cmNo expuesto
Restituida por Pérez Sánchez al pintor madrileño Herrera Barnuevo, después de haber sido considerada como obra anónima de escuela veneciana o simplemente anónimo italiano de finales del siglo XVII. Sería pintada a mediados de aquel siglo y, en efecto, su paleta denota sentir gran admiración por el mundo veneciano del siglo anterior. Sin embargo, analizando su vinculación con los modelos de Alonso Cano y recordando la admiración que éste sintió por aquella escuela, en especial por Tintoretto y los Bassano, se puede asegurar que se trata de una pintura de Herrera Barnuevo.
Su formato reducido obliga a sospechar que fue pensada para ser colocada como ático o remate de un pequeño retablo que naturalmente estaría dedicado a alguna devoción mariana. Su cronología no se halla lejana de las pinturas que hizo este mismo artista, en 1653, con destino al altar de la Virgen de Guadalupe en el Monasterio madrileño de las Descalzas Reales.
Pese al geométrico esquema empleado en la composición, el dinamismo de la Asunción, su actitud declamatoria, el inestable jugueteo de los angelitos o el puntiagudo movimiento de los paños inflados por el viento, expresan el concepto teatral y barroco de este pintor. Admira ver cómo en obra tan pequeña Herrera Barnuevo supo concebir una historia tan cerrada y tan abierta al mismo tiempo, tan solemne y tan encantadoramente familiar (Texto extractado de Urrea, J. en: Pintores del reinado de Carlos II, 1996, p. 48).