La muerte de San Pablo Ermitaño
Hacia 1649. Óleo sobre lienzo, 264 x 180 cm. No expuestoEn primer término, San Antonio con la mirada en alto y el báculo a sus pies, ordena a los leones que vacíen la fosa para enterrar a San Pablo, que yace tendido sobre una roca, en el centro de la composición. El alma del santo, representada en una figura femenina, es transportada por los ángeles al cielo. Es compañero de El Apóstol Santiago a caballo, o Santiago Matamoros (P4933), fechado en 1649, y depositado en el Museo de la Catedral de Ciudad Rodrigo. Estuvo en la Cartuja de El Paular y de allí pasó al Museo de la Trinidad, en cuyo inventario consta como anónimo.