Los duques de San Fernando de Quiroga, ante un paisaje
Hacia 1832. Óleo sobre lienzo, 54,5 x 40 cmNo expuesto
Los personajes retratados en esta obra son los primeros duques de San Fernando de Quiroga. La duquesa, María Luisa Fernanda de Borbón y Vallabriga (1783-1846) fue hija del matrimonio morganático del infante Luis Antonio de Borbón y Farnesio, hermano de Carlos III, y de Teresa de Vallabriga y Rozas; por tanto, era hermana de Luis María, arzobispo de Toledo y de María Teresa, XV condesa de Chinchón, y esposa del valido Manuel Godoy. El matrimonio de su hermana supuso su rehabilitación en la familia Borbón, con cuya ocasión recuperó el apellido paterno, el reconocimiento de su condición de infanta de España y su inclusión en la Orden de Damas Nobles de María Luisa.
Aparece representada junto a su marido, Joaquín José Melgarejo y Saurín (1780-1835), II marqués de Melgarejo, I duque de San Fernando de Quiroga. Caballero de la Orden de Calatrava, su proximidad a la familia real le valió la concesión de las insignias de las órdenes de Carlos III y del Toisón de Oro; fue reconocido como benemérito de la Patria por sus actuaciones durante la invasión francesa y nombrado consejero de Estado por Fernando VII.
El destino de este matrimonio estuvo marcado por el parentesco con la familia real y del ministro de Carlos IV y sin embargo, las simpatías liberales de la pareja les empujaron al exilio en Francia en el periodo más radical del reinado fernandino.
Familiarizados con el ámbito artístico, desde Goya hasta Rosario Weiss pasando por Solá y Salvatierra; fueron coleccionistas y promotores de arte, reuniendo una colección aún no bien conocida. Entre las obras que la formaron se encontraba un retrato del matrimonio en gran formato, realizado por Rafael Tegeo, documentado mediante el inventario de bienes redactado en 1835, a la muerte del Duque. Su descripción coincide con la de la presente obra, salvo en que en el gran formato de Tegeo, la acción de los personajes se desarrolla en el interior de un salón, mientras que en esta se les representa en un paisaje. Sí coincide, sin embargo, la descripción de la obra del pintor murciano con la de otra conservada en el Museo (P4660).
El proceso creativo en torno a esta obra se resume en la existencia de un retrato doble de grandes dimensiones realizado por Rafael Tegeo -obra de la que se desconoce su paradero-, del que el propio autor realizó una versión de tamaño reducido, con la variación de situar a las figuras en un ámbito paisajístico (P5975) y una reducción del retrato original, realizada por la pintora Rosario Weiss (P4660) -como manifiestan los pies de imprenta de las estampas que reproducen dicha obra en papel y otros testimonios de archivo-, lo que explicaría las diferencias estilísticas entre los dos pequeños retratos (Texto extractado de Sánchez del Peral y López, J. R. en: El retrato español en el Prado. De Goya a Sorolla, Museo Nacional del Prado, 2007, pp. 98-99).