Piedad
Hacia 1756. Óleo sobre lienzo, 89,7 x 70,8 cm. No expuestoLa Piedad se fecha hacia 1756, cuando Giaquinto trabajaba en la corte española. Representa una combinación de los temas de Cristo muerto sostenido por un ángel y de la Piedad. En el primer término, sobre el sudario extendido sobre unas rocas, yace el cuerpo de Cristo sostenido por un ángel mancebo que se lo ofrece a la Virgen dolorosa. Esta, en segundo término, dirige su mirada llena de tristeza hacia su Hijo, cuya cabeza está apoyada en sus piernas. Un ángel niño toma la mano del Redentor, dirigiendo su mirada hacia la llaga que se dispone a besar. Este gesto, propio de la figura de la Magdalena en este tema iconográfico, es una variación del gesto habitual del pequeño ángel, que suele sostener la mano, señalar con el dedo la herida sangrante o secarla con un pañuelo. Otro angelito, lloroso y acompañado por querubines, aparece al fondo a la derecha, delante de la cruz envuelta parcialmente por nubes. Sostiene con su mano la lanza del centurión Longinos, que infligió con ella la herida en el costado de Cristo, y la caña con la esponja, con la que se le ofrecieron en sus últimos momentos la hiel y el vinagre. Otros símbolos de la Pasión yacen en el suelo: un fragmento de pergamino con la humillante inscripción INRI (Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum), el plato que contenía la hiel y el vinagre, el martillo y los clavos, y la corona de espinas.
La posición del Cristo y el carácter escultórico del cuerpo derivan de la Piedad de Miguel Ángel en san Pedro del Vaticano, realizada entre 1498 y 1499. Giaquinto utilizó ya este grupo en el fresco de la bóveda de La Trinidad en la iglesia romana de San Giovanni Calibita, de hacia 1740. Se corresponde también con la composición del fresco de La Trinidad en la capilla del Palacio Real de Madrid, de la que el Prado conserva un boceto de presentación (P3204). Un dibujo preparatorio de la figura del Cristo se guarda en el Museo Nazionale di San Martino en Nápoles. La popularidad de esta composición se hace patente a través de varias réplicas del propio Giaquinto en lienzos de menor tamaño, como el de la Pinacoteca Civica Fortunato Duranti en Montefortino y el del Minneapolis Institute of Art. También fue utilizado por discípulos del artista en España, como por ejemplo en unos dibujos de José del Castillo (1737-1793) que guarda el Prado (D676 y D677) (Texto extractado de Gudrun, M. en: Donación de Plácido Arango Arias al Museo del Prado, Museo Nacional del Prado, 2016, p. 62).