Trece bocetos para cartones de tapices
Hacia 1786. Óleo sobre lienzo, 45 x 96 cmSala 094
Trece bocetos para cartones de tapices, cuadro considerado actualmente como obra de Francisco Bayeu, aunque estuvo atribuido a Ramón, su hermano, tal vez por ser de su mano los cartones definitivos para los tapices, también en el Museo del Prado. Entre los cartones para tapices de Francisco y Ramón Bayeu, que se exhiben en el Museo merece destacarse el Vendedor de flores (P07181), de hacia 1778, cuyo boceto preparatorio forma parte de la singular composición de trece bocetos. En esta ocasión, la calidad de la obra hace pensar que el cartón sea de Francisco Bayeu, en lugar de su hermano Ramón. Sigue la tradición de presentar a vendedores callejeros, basada en los populares y muy difundidos aguafuertes del boloñés Annibale Carracci, de principios del siglo XVII. Francisco Bayeu, retomó las composiciones frontales del maestro italiano, pero utilizando los trajes y atuendos de su propio tiempo. Todas estas composiciones, de carácter alegre y decorativo, presentan, sin embargo, a los personajes con un curioso e inexplicado aire melancólico.
Otros cartones son de mano de Ramón Bayeu, que colaboró con su hermano, pasando sus bocetos a cartones, para ser tejidos los tapices en la Fábrica de Santa Bárbara. Ramón siguió al pie de la letra las indicaciones de Francisco y su personalidad artística quedó oculta bajo la del hermano, de quien fue un mero ayudante. Ramón tuvo una gran facilidad para la pintura de cartones de tapices, convirtiéndose esa actividad en su casi exclusiva expresión pictórica.
El choricero (P02451), era cartón para un tapiz de la Sala de Embajadores de El Escorial. El Obsequio campestre (P02453), pintado según boceto de Francisco Bayeu es uno de los más bellos ejemplos de la serie de cartones para tapices de Ramón, así como El majo de la guitarra (P02521), según el boceto de su hermano. Los Bayeu presentan una composición amable y llena de colorido, en la que el traje popular del majo está utilizado precisamente para realzar la belleza decorativa de la escena
Museo Nacional del Prado, Goya y la pintura española del siglo XVIII: guía, Madrid, Museo del PradoAldeasa, 2000, p.107-110