Tríptico con temas de la vida de San Francisco
1882. Acuarela sobre papel, 910 x 640 mm. No expuestoBoceto general del altar mayor de San Francisco el Grande que incluye en la parte inferior un diseño arquitectónico de Amador de los Ríos y en la parte superior las pinturas murales. De extremada calidad técnica, figuraron en la Exposición Nacional de 1884, año de conclusión, aunque fuera de concurso. La manera abocetada pero segura y sin perder nunca la composición y la compenetración cromática de las obras, las convierte en uno de los conjuntos más importantes que el Museo del Prado posee de los preparativos de esa decoración. Está fechado y firmado y fue algo polémico, puesto que en opinión de Carlos Luis de Ribera, ese trabajo debía haber constituido una obra de composición única, libre de compartimentaciones, suprimiéndose para tal efecto las pilastras el centro. Los arquitectos se opusieron, aduciendo que era criterio primordial respetar las líneas arquitectónicas del edificio, aprobándose esta solución el 5 de diciembre de ese mismo año por el propio Ribera, que cambia expresamente los asuntos presentados por Ferrant para las nuevas calles. Seguramente, la declinación del propio Carlos Luis de Ribera a participar se debió a esa imposición de los arquitectos, en contra de la expresada opinión del pintor, que buscaba la realización de un asunto único", más que en la ocupación en otras labores, que hasta ahora no le había impedido aceptar otros encargos, y menos el altar mayor del templo, espacio de máximo privilegio en el mismo. Esa momentánea incomodidad con sus superiores quedó asentada en la soberbia actitud que ostenta el artista al cambiar los asuntos laterales presentados por Ferrant en este boceto, y que representaban en el central La Porciúncula, y en los laterales, lo que parece la Conversión del Caballero de Castilla aunque más seguramente se trate de la Aparición del santo durante la predicación de San Antonio en el Capítulo de Arlés y el Santo dictando la regla de la orden. Los dos nuevos asuntos, dictados por Ribera claramente, fueron San Francisco orando en su celda es avisado de la presencia divina en el templo, y la Confirmación de la Indulgencia de la Porciúncula por Honorio, y se comunicaron a los artistas el 30 de enero de 1883, aunque el primero se convirtió finalmente en la Aparición de un ángel a San Francisco. Posiblemente fue para ese tema el boceto que Alejandro Ferrant presentó, hecho por Manuel Domínguez, en la Exposición General de Bellas Artes de 1906, cuando ya el segundo había muerto, y que aparece en una fotografía del interior del estudio de Ferrant, recuperada recientemente.
G. Navarro, Carlos, Los bocetos para la decoración de San Francisco el Grande (1880-1889). Boletín del Museo del Prado, 2003, p.68-69