Vista del Monasterio de El Escorial
Tercer cuarto del siglo XVII. Óleo sobre lienzo, 55 x 196 cm. Depósito en otra instituciónEntre la vegetación de La Herrería y un celaje sobre el que se recortan las montañas se aprecia, iluminada, la fachada meridional del Real Sitio de San Lorenzo, quizá la más equilibrada de todo el conjunto. En ella el pintor ha remarcado las filas de ventanas que acusan la horizontalidad del muro, que se rompe con las torres verticales de las esquinas. Se aprecian también la nave central y el crucero de la iglesia, así como la cúpula que se alza en la intersección de ambas.
El monasterio de frailes jerónimos estaba situado en el entonces término de El Escorial, en plena Sierra del Guadarrama. Fue mandado construir por Felipe II después de un largo periodo de preparación. De 1567 data el Acta de Fundación, en la que se recogen las razones existentes para su edificación, que no son otras que dar gracias a Dios por los beneficios recibidos por la corona española y dotar a la Familia Real y a sus sucesores de un panteón donde pudieran descansar sus restos mortales. Se conmemora también con esta grandiosa construcción el triunfo de las tropas españolas en la Batalla de San Quintín, ocurrida el día de la festividad de San Lorenzo de 1557.
Las obras de este monumento, en el que predominan en planta y alzado los volúmenes cuadrados y rectangulares, a la italiana fueron encomendadas por el Rey a Juan Bautista de Toledo, y a su muerte fueron continuadas y finalizadas por Juan de Herrera. La primera piedra se puso el 23 de abril de 1563, precisamente en la fachada sur, y se finalizaron con la colocación de la última el 13 de septiembre de 1584. Quedaba por terminar la decoración y la realización del ya citado Panteón, cuyas obras se acabaron en 1654.
La finca de La Herrería, desde donde Agüero ha tomado la vista panorámica que ofrece esta pintura, de gran riqueza forestal y cinegética, pronto fue adscrita a las posesiones del monasterio. Consta documentalmente que ya en 1561, cuando era propiedad de Pedro Gómez de Porras, el monarca estaba interesado en ella. El lienzo procede de la Colección Real y tiene formato muy alargado, como para ser utilizado de sobrepuerta (Texto extractado de Orihuela, M.: Pintores del reinado de Felipe IV, Museo del Prado, 1994, p. 86).
Urrea, Jesús, Pintores del reinado de Felipe IV, Madrid, Museo del PradoCaja de Ahorros de Navarra, 1994, p.86