Estudio de un escribano
Siglo XIX. Carboncillo, Clarión sobre papel marrón, 275 x 191 mmNo expuesto
Recién llegado a Roma como pensionado de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el joven Luis de Madrazo vivió en primicia un hallazgo arqueológico trascendental para la cultura de su tiempo: la localización e identificación de la auténtica catacumba de san Calixto, en la que los primeros pontífices romanos se habían dado sepultura en torno a la tumba de la mártir santa Cecilia. Esto se tradujo en un inmediato avivamiento del interés por los tiempos secretos del cristianismo, sobre todo para los artistas cercanos a esas preocupaciones. Con la catacumba recién descubierta, Luis fue uno de los primeros artistas europeos en trasmitir su más intenso significado religioso por una vía artística y realizó una pintura de extraordinario significado piadoso, pero en la que desplegó una atención propia de la pintura de Historia a la fiel descripción arqueológica del hecho que había originado la existencia de ese lugar sacro.
Para meditar los términos de la composición y, sobre todo, para depurar las figuras con las que compondría El entierro de santa Cecilia (P06555), conservado en el Museo del Prado, Luis de Madrazo llevó a cabo un amplio número de dibujos preparatorios, todos ellos adquiridos por el Museo como parte del fondo Madrazo (Texto extractado de G. Navarro, C.: "Luis de Madrazo y Kuntz. Estudio de cabeza femenina y tres estudios de la mano derecha para santa Cecilia, 1851", No solo Goya. Adquisiciones para el Gabinete de Dibujos y Estampas del Museo del Prado 1997-2010. Museo del Prado, 2011, p.214).
Para la figura del notario que presencia la escena situado a la derecha de la composición destaca este dibujo general en el que Madrazo ya parece tener resuelta su colocación, exceptuando sus manos, no dibujadas. En otro estudio más grande y acabado de los brazos de la figura (D07312) las manos no están todavía sino insinuadas, concentrándose en los pliegues que describe la túnica que el artista enfatiza con el clarión para darle una apariencia de rotundidad luego evitada en el cuadro terminado. En otro dibujo de gran tamaño sobre papel verde (D06590) Madrazo realizó un estudio de una rodilla derecha genuflexa, sobre la que descansa una mano izquierda, que parece previo a los ropajes del mismo personaje. La cabeza de éste aparece, más barbada y de perfil, en un dibujo a carboncillo, con ligeros toques de clarión, modelado al claroscuro con gran plasticidad (D07147). (Texto extractado de G. Navarro, C.: "Luis de Madrazo, pensionado en Italia: El entierro de Santa Cecilia y sus dibujos preparatorios en el Museo del Prado", en Boletín del Museo del Prado. Museo del Prado, 2007, p. 135).