Figura femenina arrodillada sobre nubes
1685 - 1690. Albayalde, Lápiz negro sobre papel verjurado, 369 x 267 mm. No expuestoFigura femenina de perfil, arrodillada sobre una nube, con ambos brazos extendidos a la altura de los hombros y la cabeza alzada. Detalles como el vestido, a la moda de la época, que deja al descubierto el hombro derecho, el tipo de peinado, recogido a la altura de la nuca, o el pendiente, claramente visible, no dejan lugar a dudas de que se trata de un estudio del natural, quizás de la propia hija del pintor, María Ignacia Teresa, nacida en febrero de 1677. Las similitudes con la figura de Maximila, que encabeza el grupo de mujeres del Martirio de San Andrés (Casarrubios, Toledo), se evidencian en detalles como el vestido, los pendientes o la postura de los brazos. Por su actitud, implorante o en éxtasis, se podría pensar que se trata de un estudio para una santa o una figura angélica en una composición más compleja. En cuanto a la técnica, destacan la rapidez y seguridad con que el artista traza las formas, y la atención dedicada a la línea, en menoscabo de los efectos más pictóricos que caracterizan los dibujos de Carreño o de Claudio Coello. El sombreado tan característico a base de trazos paralelos, convertidos aquí en largas y rápidas líneas en zigzag, e incluso el uso del lápiz negro con toques de clarión sobre papel coloreado, habituales en la obra del pintor, parecen avalar su autoría. De ejemplos como los estudios preparatorios para el cuadro de Casarrubios, parece deducirse que en sus últimos años el pintor prefirió la combinación de sanguina y lápiz negro, de carácter más italiano, al uso del lápiz negro sólo, razón por la cual podríamos situar este dibujo en fechas no muy tardías, alrededor del 1685-1690 (Texto extractado de Zapata Fernández de la Hoz, T.: "Francisco Ignacio Ruiz de la Iglesia (1649-1703) en el Museo del Prado: revisión y nuevas atribuciones", Boletín del Museo del Prado, XXXI, 49, 2013, pp. 90-92).