La Virgen con el Niño y ángeles
1618. Óleo sobre lienzo, 160 x 135 cmNo expuesto
Su autor, Eugenio Cajés (1574-1634), era hijo del pintor italiano Patricio Cajés, llegado a El Escorial después de su contratación por orden de Felipe II en Roma en 1567. Eugenio nació en Madrid en 1574. Parte de su aprendizaje se desarrolló en Madrid, en el taller paterno, y parte en Roma, a donde viaja entre 1595 y 1599. Colaboró con su progenitor en la realización de decoraciones al fresco en el palacio madrileño de El Pardo entre 1608 y 1610. Eugenio Cajés ocupó en 1612 el puesto de pintor del rey vacante tras la muerte de su padre. Murió en 1634, dejando inacabadas dos pinturas de batallas para el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro en Madrid.
La Virgen sostiene en su regazo al Niño dormido, mientras le adora con las manos unidas en un delicado gesto. A su alrededor, pequeños grupos angélicos admiran al pequeño Redentor desde el rompimiento celestial, mientras otros sostienen los pañales y flanquean a la Virgen, apoyándose sobre la cuna -cuya ejecución contiene matices del incipiente naturalismo pictórico-, pudiendo contemplarse al fondo el hueco arquitectónico que nos asoma a la carpintería de San José. En esta obra Cajés realiza una conjunción entre el tenebrismo caravaggiesco y la morbidez aún manierista de Correggio. El resultado, de aspecto amable y delicado, expresa una evidente asimilación de conceptos del arte italiano de su época, como resultado, sin duda, de su estancia de aprendizaje en Roma, donde entra en contacto con el círculo del Caballero de Arpino. Parece especialmente unido a Correggio, por cuestiones técnicas, corno la similitud en la forma de modelar las figuras, así como por haberle sido encomendadas las copias de varias obras mitológicas del autor italiano por el rey Felipe III, acercándose de esta manera aún más a su técnica. Suele mencionarse la similitud de sus obras con las de Giovanni Lanfranco, aunque Cajés parece más preocupado por la experimentación con el color y el moderado claroscuro que por la corrección en el dibujo. Entre sus contemporáneos españoles aparece especialmente unido a Vicente Carducho, con el que colaboró en diversas ocasiones. Ambos serán los pintores de mayor prestigio en Madrid hasta la llegada del joven Velázquez y su promoción en la corte. Se conservan dibujos preparatorios de esta obra en el Museo del Prado y en la Colección Witt de Londres.