Teodorico, rey godo
1635. Óleo sobre lienzo, 205,5 x 120,5 cm.Este lienzo formó parte de la serie, nunca acabada, de monarcas visigodos pintada con destino al Palacio del Buen Retiro, en la que también intervinieron: Vicente Carducho, Jusepe Leonardo, Antonio Pereda y Andrés López. En el inventario de aquel palacio redactado en 1703 se contabilizaron únicamente trece pinturas de reyes godos; esta serie se encargó después de 1634, cuando ya se había concluido la otra serie de lienzos de batallas con la que se decoró el Salón de reinos en el mismo palacio, y en ella intervinieron algunos de los artistas que en esta última habían colaborado.
En la representación de todos estos reyes existió un deseo de captar lo heroico, a través de sus monumentales figuras, con el ánimo de transmitir, seguramente, el mensaje de que se trataban de los auténticos pilares de la monarquía hispana y sus actitudes debían dar impresión de fuerza, resistencia y perdurabilidad. El Teodorico pintado por Castello es uno de los más bellos por su colorido y por la elegancia de su figura, de ensortijados y rubios cabellos, revestida anacrónicamente con armadura medieval y ciñendo corona más moderna, mientras que se insiste en su belicosidad mediante la batalla que se divisa en último término (Texto extractado de Urrea, J.: Pintores del reinado de Felipe III, Museo del Prado, 1993, p. 62).