Eolo
Principio del siglo XVII. Óleo sobre lienzo, 140 x 126 cmDepósito en otra institución
Esta obra, junto con Vulcano y el fuego (P1717), se ha considerado parte de una posible serie de cuatro pinturas que tendrían como hilo conductor los cuatro elementos. En 1995, Matías Díaz Padrón atribuyó estas dos pinturas a la mano de Erasmus Quellinus II (1607-1678). Las aves pintadas en el lienzo han sido también objeto de debate: Alfred Weil propuso a Frans Snyders (1579-1657), pero Díaz Padrón afirmó que el artífice encargado de pintarlas fue Paul de Vos (1595-1678).
La diversa factura pictórica entre la presente obra y Vulcano y el fuego refuerza la idea de que varias manos participaron en esta probable serie de cuatro pinturas dedicadas a representaciones de los cuatro elementos.
Al igual que en Vulcano y el fuego, esta pintura se asigna a "seguidor de Rubens" al no poder constatar la autoría de Erasmus Quellinus II ni que las pinturas fueran supervisadas por Rubens en su taller.
Eolo -no confundir con el hijo de Hélen y Orséis ni con el hijo de Poseidón y Melanipe- fue el hijo de Hípotes y rey de las islas flotantes Eolias, localizadas en el mar Tirreno. Pese a ser un mortal, Zeus le concedió el control de los vientos a raíz de una relación amorosa que mantuvieron. Por esta razón es frecuente encontrar a Eolo en la cultura visual, personificado en un joven desnudo de media melena, como representación del viento o, también, del invierno.
En el lienzo, Eolo aparece suspendido en el aire, cubierto por un paño blanco en sus partes pudendas y arropado por una tela de tono violeta. Su mano derecha sujeta varias plumas de aves mientras que con la izquierda interactúa con la diversidad de animales alados que le rodean. En la encapotada zona izquierda, un rostro infantilizado emerge de una de las nubes haciendo esfuerzos por soplar.
Este modo de representar a Eolo recuerda a una pintura de Martin de Vos (1532-1603), El Aire, conservada en el Museo Nacional del Prado (P3328).
Muñoz Baudot, Eduardo, 'Seguidor de Rubens. Eolo' En:El factor Prado: los depósitos del Museo Nacional del Prado., Museo de Bellas Artes de Asturias,, 2022, p.42-45 nº 6