Jaime Girona, luego I conde de Eleta
1856. Óleo sobre lienzo, 123 x 90 cm. Sala 062BEl retrato de Jaime Girona y el de su esposa (P2814), Saturnina Canaleta corresponden a un tipo de retrato en el que el artista presenta las figuras en pie, en un interior con muy pocos detalles, de manera que son los propios personajes el único foco de atención. Aparecen de tamaño natural y de tres cuartos, hasta las rodillas, lo que da una sensación más inmediata que si se retrataran de cuerpo entero, como ocurre en otras obras del artista de mayor aparato. La postura con la mano apoyada en la cadera, que muestra una búsqueda de naturalidad ya presente en Goya, está interpretada aquí con acierto y funcionalidad, pues al retirar el gabán deja el descubierto el rico chaleco gris cuyos brillos animan la composición. Aunque el cromatismo de ésta es severo, como corresponde al ideal del retrato masculino del artista, entonado en pardos y ocres, hay otra nota de color en la corbata azul y blanca.
El personaje, retratado poco antes de cumplir los treinta años, cuando había iniciado ya su carrera de financiero de éxito amparada por la de su hermano Manuel, se muestra con un carácter equilibrado y afable. El artista dejó visible el área más luminosa del encaje de la cabeza, de modo que ésta resalta del fondo, nimbada por una especie de aura. Su cuidadoso modelado está tratado con delicada precisión, como el de las manos. Esa finura se muestra en la representación de las venas de la diestra y en la suavidad de las transiciones entre la luz y la sombra de la mano izquierda, en cuyo dedo anular la alianza matrimonial brilla de modo apagado, pues está en la zona en sombra. Particular acierto revela la calidad traslúcida del cuello de la camisa, así como la sutileza con que está pintada la barbilla rubia y rala, que deja pasar la luz a través de ella. El artista comenzó el retrato el 8 de febrero de 1856, día en el que anotó en su agenda: Hoy he bosquejado la cabeza del retrato del Sr. de Girona (D. Jaime). En esa tarea continuó el día siguiente, el 2 de marzo, en que el retratado acudió a su estudio, así como el 21, el 22, el 24 y el 25 de marzo, ante el modelo. Realizó el fondo el 3 y el 4 de abril y pintó también, con Girona a la vista, los días 6 de abril y 25 de mayo, fecha en que lo dio por concluido. La precisión de las anotaciones permite advertir que el artista trabajó durante un mínimo de once sesiones en el retrato.
Jaime Girona y Agrafel había nacido en Barcelona el 25 de julio de 1826, hijo de Ignacio Girona y Targa, natural de Tárrega, propietario de una pequeña casa de banca y fundador de la Sociedad de Diligencias y Mensajerías de Barcelona, y de Rita Agrafel, de Barcelona. Con su hermano Manuel, luego también retratado, en 1862, como su esposa, por Federico de Madrazo, y con su socio Juan Bautista Clavé y Vidal, participó en numerosas empresas financieras a través de la firma Girona Hermanos, Clavé y Compañía. Así, en 1853 obtuvieron la concesión del Canal de Urgell, y luego financiaron la construcción del ferrocarril entre Barcelona y Zaragoza. Con el marqués de Vinent y Rafael Cabezas creó el Banco de Castilla, que llegó a presidir. Participó también en la política como diputado por Barcelona entre 1863 y 1864 y senador por Puerto Rico en 1881-1882 y 1884 y por Lérida en 1884-1885, repitiendo en la legislatura de 1891-1893, en la que fue designado senador vitalicio, cargo al cual renunció frente al de senador por Lérida. Formó parte del denominado "grupo parlamentario catalán", que intervino decisivamente en la industrialización de Cataluña y también en grandes empresas ultramarinas, como el Banco Hispano Colonial y la Compañía General de Tabacos de Filipinas. En 1876 se le concedió la gran cruz de Isabel la Católica. A partir de 1889 formó parte de la Junta de Moneda. Falleció el 3 de octubre de 1907.
Barón, Javier, El retrato español en el Prado. De Goya a Sorolla, Madrid, Museo Nacional del Prado, 2007, p.132-133, nº39