La caída de los Gigantes
1636 - 1638. Óleo sobre lienzo, 171 x 285 cm.La caída de los gigantes es un episodio brevemente narrado por Ovidio en sus Metamorfosis, Libro I (151-155), en la cual los gigantes que habitaban la tierra querían llegar al cielo y por ello fueron castigados por los dioses: "(...) Y para que el elevado cielo no estuviera más seguro que la tierra, los Gigantes, se dice, aspiraron al reino celestial, y levantaron montañas apiladas hasta las altas estrellas. Entonces el padre omnipotente lanzó su rayo, hizo añicos el Olimpo y derribó el Pelio de Osa que lo sostenía".
El momento elegido es el de mayor tensión de la historia, algo común en muchas de las obras, centrándose en el peso de las rocas con las que intentaron alcanzar el cielo y que se volvieron contra ellos y los rostros de dolor de los gigantes. El rayo lanzado por Júpiter que causó su caída está sugerido en la parte alta de la composición. Las diferencias del lienzo con respecto al boceto original de Rubens, conservado hoy en los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica de Bruselas (inv.2889), se aprecian en la figura de la esquina inferior derecha, más desarrollada que en el boceto. S. Alpers, autora del único estudio completo del encargo de Rubens para la Torre de la Parada hasta la fecha, habla de una posible inspiración con la Sala dei Giganti en el Palazzo del Te de Gulio Romano.
El lienzo finalmente fue realizado por J. Jordaens, artista que cuenta con al menos cinco colaboraciones para esta serie. J. Jordaens, en este encargo de la Torre de la Parada, realiza tres obras de complicada ejecución y con bastantes personajes como Apolo vencedor de Pan (P01551), Las bodas de Tetis y Peleo (P1634) y ésta. A diferencia de otras obras de este artista en esta serie, la fidelidad en la representación de los rostros aquí es mayor.
Los lienzos para la Torre de la Parada fueron realizados en torno a 1636-1638 aproximadamente, siguiendo la correspondencia entre el Cardenal Infante Don Fernando, gobernador de Flandes en el momento del encargo, y su hermano el rey Felipe IV.
La decoración de la Torre de la Parada, en cuyo proyecto también participaron otros autores como Velázquez, fue el mayor encargo que Rubens recibió de Felipe IV. A partir de 1636 se enviaron desde Amberes a Madrid más de sesenta obras para esta casa de recreo situada en los montes del Pardo. La mayor parte de las escenas narraban las pasiones de los dioses, según fueron descritas en las Metamorfosis del poeta romano Ovidio y otras fuentes clásicas. Para llevar a cabo un proyecto tan amplio, Rubens realizó pequeños bocetos sobre tabla, donde capta la esencia moral de las historias y las actitudes de los personajes. Estos bocetos sirvieron de base para la elaboración de los lienzos definitivos.
El Museo del Prado conserva diez de los bocetos de Rubens, nueve de ellos donados en 1889 por la duquesa de Pastrana, y uno adquirido en el año 2000. El Prado también conserva la mayoría de los lienzos realizados a partir de los diseños de Rubens para la decoración de este lugar (muchos de los cuadros fueron pintados por otros artistas).
(Información revisada y actualizada por el Departamento de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo Nacional del Prado, 2014).