Malvas reales
1872 - 1873. Óleo sobre lienzo, 124 x 66 cm. Sala 063AEn este estudio, realizado al aire libre, Fortuny pintó una especie floral que le interesó particularmente: las malvas reales, que aparecen también en otros cuadros y dibujos. Al propio artista le complacía tener flores frescas a la vista y con frecuencia las introducía en sus cuadros, un recurso que fue imitado por sus amigos y seguidores. Como ante otros motivos, su objetivo era la captación del natural, pero en este caso la atractiva riqueza de color de estas flores supuso un estímulo suplementario para el pintor.
La composición muestra su predilección por los formatos estrechos y alargados, aquí en disposición vertical. Por una parte, ello es consecuencia de su fascinación por las composiciones chinas y japonesas, de las que llegó a formar una importante colección de dibujos y grabados. Por otra, el formato vertical es muy adecuado para reproducir el prolongado desarrollo de los tallos de esta especie, la Alcea rosea, y realzar su elegancia. En lugar de pintar las flores como aparecían en los jardines, como era habitual en él, o de representar solo uno o dos tallos, como hizo en algún dibujo, aquí optó por un punto de vista muy próximo, concentrado exclusivamente en el motivo. Así, las flores, de tamaño ligeramente superior al natural, carecen de referencia espacial, de modo que sus corolas, de sutil cromatismo, parecen flotar en el aire, en lo que se percibe, de nuevo, un eco de las influencias orientales. Sin embargo, a diferencia del carácter plano con el que las flores aparecen en las estampas japonesas, Fortuny plasmó los volúmenes de las corolas y de sus agrupamientos. El trabajo del natural permitió al artista captar las diferencias tonales no solo de las flores, sino también de las hojas, que muestran una amplia variedad de verdes e incluso de azules, como se ve a la izquierda. El pintor mostró también la suave calidad de las flores y los reflejos azulados que la luz crea en sus pétalos.
Como en muchas de sus obras, las zonas perimetrales, y aquí en especial la superior, aparecen menos terminadas. Los distintos grados de acabamiento revelan el modo de trabajar del artista. Como se ve a la izquierda, en algunas partes en torno a las hojas verdes, dejó visible la preparación crema, lo que confiere una luminosa vibración a la superficie pictórica. En los fondos, utilizó con gran libertad barridos de una pintura poco densa, de modo que consiguió un efecto peculiar y novedoso, de marcado dinamismo por su efecto en zigzag. En cambio, en las flores, los toques de pincel son cortos (Texto extractado de Barón, J. en: Fortuny (1838-1874), Museo Nacional del Prado, 2017, pp. 287-288).