Retrato de dama
Hacia 1538. Óleo sobre lienzo, 96 x 76 cmNo expuesto
Atribuido a Antonio Moro, carece de inscripciones o de un escudo que permita identificar a esta dama joven, retratada por el pintor de Utrecht con el porte que corresponde a la nobleza de su cuna como en todos sus retratos. La muestra de pie y de más de medio cuerpo, en posición de tres cuartos. Como en otras ocasiones, la dirección de la mirada, desviada de la de la cabeza, no se dirige frontalmente al espectador. De este modo, Moro consigue que la joven adquiera una expresión tensa, producto de la rígida composición geométrica desarrollada por el pintor en este tipo de retratos en los que el ojo más próximo al espectador ocupa el centro del espacio disponible en anchura.
Igual que en los otros retratos de Moro que se exhiben en el Prado, el pintor hizo gala de su técnica precisa, patente en la forma de traducir el traje negro, con los botones de oro y perlas, el cuello blanco escarolado y la cofia de puntas con perlas en el broche. Como el supuesto Retrato de la duquesa de Feria (P02115), la joven dama tiene el brazo derecho apoyado en una mesa, situada a la izquierda de la composición, mientras que, con la mano izquierda casi en la cintura, deja ver el joyel que pende de una doble sarta de perlas colgada de su cuello y muestra en ella un gesto delicado y elegante que refleja el influjo ejercido en Moro por los retratos de Bronzino o de Gian Battista Moroni, que conoció durante su estancia en Italia (Texto extractado de Silva, P.: Guía. Pintura flamenca de los siglos XV y XVI, Museo del Prado, 2001, p. 238).