San Alberto de Sicilia
Hacia 1670. Óleo sobre lienzo, 116 x 78 cm. Depósito en otra instituciónEste santo carmelita nació en Trápani, hacia 1240, y llegó a ser provincial de su orden en la isla de Sicilia. Entre sus hechos más destacados sobresale su intervención para la salvación de la ciudad de Mesina del hambre, haciendo entrar en su puerto sitiado tres naves cargadas de víveres. Murió en 1306 y fue canonizado en 1476.
Representado con el hábito blanco y marrón oscuro de los frailes carmelitas, en su mano derecha sostiene un crucifijo, signo que le caracteriza habitualmente y con el que parece conversar en arrebatado éxtasis. Admirablemente modelada la cabeza y bien dibujadas sus manos, Pereda supo acertar también en el estudio del tejido, traduciendo una sensación de verosimilitud y trascendencia que convence e impresiona. La pastosidad de sus formas expresa también la habitual técnica, muy trabajada y densa, del artista.
La pintura procederá de algún convento carmelita madrileño, lo mismo que el lienzo con el que forma pareja y en el que Pereda representó a San Ángelo (P03342). Ambos se estiman como realizados hacia 1670, por su semejanza con el lienzo de San Francisco de Asís en la Porciúncula (P01317) y el de San Guillermo de Aquitania (Madrid, Academia de Bellas Artes de San Fernando), fechado en 1671. Estos dos santos carmelitas se pueden colocar entre las más afortunadas creaciones suyas, tanto por su severidad conceptual como por la solución técnica, pudiéndose estimar a la misma altura de las mejores interpretaciones de la iconografía monástica pintadas por Francisco Zurbarán (Texto extractado de Urrea Fernández, Jesús: Pintores del reinado de Felipe IV, Museo del Prado, 1994, p. 58).