La Última Cena
Hacia 1794. Óleo sobre lienzo, 36 x 94 cmSala 089
Boceto muy acabado para una composición de mayores dimensiones, seguramente para el cuadro del mismo tema que ejecutó con destino al convento de San Pascual de Aranjuez y que se encontraba en el refectorio. En total, Maella realizó con destino a ese convento seis cuadros, sustituyendo cuatro de ellos a los pintados por Tiépolo pocos años antes para la iglesia y que fueron retirados por indicación del padre Eleta, amigo de Mengs y confesor de Carlos III. Los de Maella desaparecieron en 1836.
En este boceto, la escena se desarrolla en la penumbra, huyendo de soluciones escenográficas en los fondos, lo que le sirve de pretexto al artista para plantear el juego de luces de gran efectismo, y felices resultados. Lo mismo ocurre con la distribución de las figuras de los apóstoles, muy acertada y de inspiración napolitana. Se completa la secuencia con la presencia de los sirvientes de la mesa que preparan el vino.
También las diferentes iconografías son de origen italiano aunque adaptadas a la tradición española. La de Cristo es, tal vez, la menos afortunada. Actitudes, ademanes y gestos, con dinámicos escorzos, animan la composición.
Años después, Maella volverá a repetir este tema en el cuadro conservado en el Palacio Real del Pardo, en el que mantiene el mismo esquema, aunque con importantes variantes (Texto extractado de Morales y Marín, J. L.: Mariano Salvador Maella. Vida y Obra, 1996, pp. 102-103).