Antes de 1971 había un Museo de Arte Moderno que albergaba todas estas colecciones. En 1971 al Museo del Prado se le obliga, y uso esa palabra porque lo encajó de mala manera, a reincorporar las colecciones del siglo XIX, que ya habían sido antes del Museo del Prado. No se les da cabida en el edifico Villanueva sino que en ese momento se adscribe el Casón del Buen Retiro al Museo del Prado para que pueda albergar esas colecciones.
Pero en este edificio, de las 3.600 obras que había, solo cabían poco más de 200. Entre éstas, en el año 1981 se incorporó un inquilino muy ilustre que fue el Guernica. Toda la planta baja del Casón del Buen Retiro desaparece para las colecciones del siglo XIX. Desde el año 1981 no existían Los amantes de Teruel [de Antonio Muñoz Degrain] ni Doña Juana la Loca [de Francisco Pradilla]. Eso es impensable hoy en día porque son cuadros emblemáticos, pero en aquel momento no existían. Existían en las reproducciones de los libros pero no existía el Fusilamiento de Torrijos [de Antonio Gisbert]. No se podía ver, estaba guardado o enrollado.
Jefe de la sección de Conservación, adscrito al Departamento del Siglo XIX. Entre 1992 y 2002 es el jefe del Departamento de Arte del Siglo XIX. En 2002 es nombrado Subdirector General de Conservación, hasta 2006. Desde 2014 es el Director de las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional.
Entrevista realizada el 23 de mayo de 2018