Expulsión de los mercaderes del Templo
Hacia 1568. Óleo sobre lienzo, 149 x 233 cmNo expuesto
Aunque para esta primera redacción Jacopo tomó elementos de obras tempranas como el joven que asoma tras la columna, presente ya en 1536 en La fornace ardente (Bassano del Grappa, Museo Civico), su mayor deuda fue hacia la Expulsión de los mercaderes del Templo de Stefano Cernotto (Venecia, Accademia, depósito en la Fundación Ceni). Cernotto, de origen dálmata y activo en Venecia entre 1530 y 1545, pintó su Expulsión en torno a 1535 para la sala segunda del Magistrato del Monte Nuovissimo en el Palazzo dei Camerlenghi en Venecia, donde coincidió con Jacopo, ambos asistentes de Bonifacio de Pitati. La deuda de Jacopo hacia Cernotto fue enorme y duradera, siendo incluso más evidente en las últimas versiones. De Cernotto derivan el énfasis descriptivo y el gusto por lo anecdótico, así como la ambientación de la escena en un amplio interior abovedado modulado por arcos y columnas. También la apertura al exterior mediante una portada arquitrabada situada en un plano intermedio, por la que abandonan el Templo los mercaderes. Se perciben asimismo préstamos puntuales en la ubicación de la mesa del cambista a la derecha y la aparición en primer plano de elementos cotidianos, como la cesta con aves, los huevos o el cordero. Las citas a la obra de Cernotto se multiplican en la última versión londinense: el mercader con los conejos, la postura del niño y el perro y, en la réplica de Francesco, también el óculo sobre la puerta (Texto extractado de Falomir, M.: Los Bassano en la España del Siglo de Oro, Museo Nacional del Prado, 2001, pp. 80-81).