La Inmaculada Concepción
Hacia 1790. Aguada parda, Lápiz negro sobre papel verjurado, amarillento, 325 x 315 mmNo expuesto
En el cantro sobre nubes y el creciente de la luna, la Inmaculada con las manos cruzadas sobre el pecho, alza los ojos al cielo hacia Dios Padre, que vuela de frente, flanqueado simétricamente por dos ángeles mancebos. En el ángulo inferior izquierdo, san Miguel alancea al diablo, serpiente alada que lleva la manzana en la boca. A la derecha, ángeles con los atributos de la letanía. La parte superior con el Dios Padre y los ángeles se repite literalmente en la gran Inmaculada de la Iglesia de San Francisco El Grande de Madrid, pintada en 1784, donde también se utilizan con ligeras variantes, el grupo de la derecha, del ángel con el espejo y el del ramo con azucenas.
A.E. Pérez Sánchez (1977) lo fecha hacia esos años, añadiendo que el pintor retoma motivos de sus dibujos a lo largo de toda su actividad, y lo relaciona con otra composición de Maella conocida por un boceto que se encuentra en una colección particular barcelonesa, del que difiere sólo en detalles como la posición de las manos de la Virgen y la actitud y modelo de San Miguel. J. de la Mano [2011] lo relaciona con la pintura para el testero de la sillería de Coro de la Iglesia diseñada por Sabatini en la villa de San Carlos. Se trata de una Inmaculada cercana a la visión apocalíptica de San Juan. El dibujo del Museo representaría la primera idea, la creación de María por el Padre Eterno, antes de todos los tiempos, con la presencia de San Miguel triunfando sobre la serpiente del Génesis que lleva en la boca la manzana del pecado original, fechándolo hacia 1790.