San Nicolás de Tolentino
Siglo XVII. Óleo sobre lienzo, 166 x 105 cm. Depósito en otra instituciónForma parte, con otros lienzos de análogo formato (P7113, P3065, P3066, P3366, P5144 y P7534), de la decoración de la bóveda y el arco toral de la iglesia de Agustinos Recoletos de Madrid, donde los vio Palomino, refiriéndose a ellos como pintados últimamente, lo que pudiera interpretarse como que fuesen obra de sus últimos años. Ponz los vio también allí, aunque no indica sus asuntos, que Palomino había, genéricamente, descrito como sagrados doctores y otras pinturas.
El rostro del santo, de tan ancha estructura, es el que el pintor acostumbra a usar en sus tipos varoniles, como apreciamos, por ejemplo, en el San Hermenegildo del Prado (P00833) o el San Antonio de Aldeavieja (Ávila). El Santo, monje agustino, va acompañado de sus atributos habituales; la perdiz que hizo resucitar y la estrella sobre el pecho.
Parece evidente, dada la diferencia de calidad y carácter entre los diversos lienzos del conjunto, que Herrera debió servirse de colaboradores (Texto extractado de Pérez Sánchez, A. E.: Carreño, Rizi, Herrera y la pintura madrileña de su tiempo. 1650-1700, Ministerio de Cultura, 1986, p. 273-274).