Cinocéfalo (Anubis, según Ajello)
Mediados del siglo XVIII. Lápiz sobre papel, 480 x 337 mm. No expuestoDe los cinocefalos que tuvo en su colección el marqués del Carpio y que aparecen figurados en su Álbum, este es el de apariencia más puramente “egipcia”, menos realista, y el único que presenta un collar con un adorno en forma de placa. Como se aprecia en el dibujo, la obra se hallaba ya mutilada en San Ildefonso, pues había perdido las cuatro patas, sin duda añadidas por un restaurador, que tuvo mientras era de propiedad de Carpio. Actualmente la escultura se conserva en el museo del prado (E000703), pero en muy deficiente estado de conservación: ha perdido el morro y la cara, que dado el estilo que muestran en el dibujo, pudieron ser también en buena parte restauraciones. Esto explica que los inventarios y catálogos del museo no mencionen esta pieza, o lo hagan considerándola un mero bloque de mármol, y que B., en su descripción, crea que se encuentra aún en La Granja en 1861.
La identificación con Anubis que propone Ajello es tan errónea como la del inventario realizado a la muerte de Carlos III, que describe esta obra como un “ydolo en figura de oso:” nos hallamos ante un cinocefalo o babuino, imagen en ocasiones del dios lunar Thoth y adorno común en ciertos templos de deidades solares, como alusión a la leyenda según la cual estos simios gritan al amanecer para adorar al sol naciente.
El dibujo forma parte del conocido como Cuaderno de Ajello formado por un conjunto de cincuenta y nueve hojas sueltas, con dibujos a lápiz, destinadas a servir de modelo para la realización de una serie de grabados, que debían ilustrar un catálogo descriptivo de las esculturas reunidas por Felipe V y su esposa, Isabel Farnesio, en el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso.
Museo Nacional del Prado, El Cuaderno de Ajello y las esculturas del Museo del Prado, Madrid, Museo del Prado, 1998, p.60-61