El Gusto
1618. Óleo sobre tabla, 64 x 109 cmSala 083
Esta es una de las colaboraciones entre Jan Brueghel el Viejo y Rubens, un conjunto de pinturas que representan la alegoría de los cinco sentidos. La tradición pictórica en la que fue formado Jan Brueghel el Viejo, que aprendió junto a su abuela la miniaturista Maria Bessemers, convierte esta colaboración en un conjunto perfecto donde la perfección y precisión de la pincelada del primero se complementa con la vívida representación de las figuras del segundo. Esta serie se considera como prototipo para otras alegorías realizadas por el mismo artista. M. Emmans considera que estas pinturas, que denomina gabinete d’amateur, fueron un género específico flamenco que nació en Amberes en el siglo XVII y que siguieron en boga en el siglo siguiente.
Al igual que otras de la misma serie, El Gusto se desarrolla en un interior, si bien en este caso la relación con el segundo plano exterior es mucho mayor que en La Vista o El Oído. En el centro de la composición vemos una mesa llena de manjares a la que asisten una doncella y un sátiro que le sirve agua en una enorme copa. La pincelada de Rubens se observa en el tratamiento del ropaje de la doncella, de gran riqueza cromática. En la parte superior, colgados de las paredes, vemos dos obras; una escena de género en una taberna, basada en una famosa estampa del padre del artista, Pieter Brueghel el Viejo, titulada La cocina abundante conservada en el Musée de Flandre, en Cassel (inv. 2008.8.6), que recuerda a las escenas que posteriormente pintará David Teniers el Joven. A su lado una representación religiosa de un banquete, en concreto lo que parecen ser las bodas de Canaán y el milagro de la conversión del agua en vino. Esta reciprocidad entre episodios mitológicos o profanos con religiosos se repite a menudo en esta serie. Al fondo, tras una cortina recogida, vemos una escena de cocina donde están preparando la comida. La pincelada de Jan Brueghel el Viejo representar las calidades materiales de los objetos, siguiendo la tradición de la escuela flamenca del siglo XV, como se aprecia en el conjunto de orfebrería, cristal y porcelana sobre las repisas.
En esta obra todo el primer plano bajo lo ocupa un gran bodegón de caza similar a los realizados por Frans Snyders, donde vemos aves, liebres, pescados o frutas. De hecho la composición de la esquina inferior derecha de la obra recuerda mucho a la obra de colaboración entre F. Snyders y Rubens Filopomenes descubierto por un par de ancianos pintada hacia 1609 y conservada en el Museo del Prado. Esta relación con la caza se refuerza en el segundo plano, al exterior, donde vemos los mismos animales vivos y pastando en un bosque. Así pues además de una oda a la gula y la opulencia de los banquetes, en El Gusto también podemos ver una relación con las cacerías, una de las prácticas más habituales entre la nobleza y la realeza.
Muchos autores han estudiado la posible vinculación de estas pinturas a los archiduques, debido a la evidente relación de las obras con ellos. En La Vista aparecen retratados en una de las pinturas y sus palacios se ven a través de las ventanas de algunas de las obras, en esta en concreto el Palacio de Tervuren, perdido en la actualidad. La serie perteneció, según el inventario real de 1636 del Alcázar, al duque de Neoburgo Leopoldo Guillermo. Según M. Díaz Padrón y M. Royo-Villanova, citando a K. Ertz, o bien el duque las compró para regalárselas a los archiduques o bien éstos se las regalaron a él. Lo cierto es que después de la muerte de los gobernadores el duque se las regaló al cardenal infante don Fernando. De él pasaron al duque de Medina de las Torres, quien se las regaló a Felipe IV y así llegaron a Madrid.
La serie de "Los Sentidos" es uno de los mayores logros estéticos de la colaboración artística entre Rubens, que realizó las figuras alegóricas de cada uno de los sentidos, y Jan Brueghel, que representó los exuberantes escenarios cortesanos. Artes plásticas, música, caza, naturaleza y armas, aparecen exhibidos en escenas que transmiten la riqueza y sofisticación de la corte de los archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia, retratados en la escena de "La Vista", y cuyos palacios se aprecian en la lejanía.
Información revisada y actualizada por el Departamento de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo Nacional del Prado (diciembre, 2014)