Fiestas Lupercales
Hacia 1635. Óleo sobre lienzo, 238 x 366 cmNo expuesto
Las fiestas lupercales eran celebraciones en las que se ofrecían sacrificios al dios Pan y a la diosa Lucina, relacionados ambos con la fecundidad y el nacimiento. En ellas los hombres flagelaban a sus mujeres para que fuesen más fecundas. Dos jóvenes músicos que se encuentran próximos a la escena de sacrificio al dios, así como la propia estatua del altar, portan instrumentos musicales de viento característicos de este tipo de celebraciones.
Podemos hablar de una pequeña serie de escenas mitológicas e historia antigua dentro de la gran serie dedicada a la Historia de Roma, a la que pertenecería este lienzo de las Fiestas Lupercales junto con otras obras como La caza de Meleagro (P2320). Es, sin duda, el conjunto más misterioso de todos los que componen el ciclo de Roma, hasta el punto de que el asunto tratado en alguna de las pinturas permanece todavía hoy oscuro -como es el caso de Masinisa llorando la muerte de Sofonisba (P2280)- y no se alcanza a entender su significado conjunto y su relación con el resto de las series.
A lo largo de las últimas décadas se ha tratado de establecer la existencia de una serie de cuadros relativos a la Historia de Roma, entre los que se encuentra esta obra, encargados por los representantes de Felipe IV en esa ciudad y en Nápoles a partir de una fecha cercana a 1634 para el palacio del Buen Retiro. Persisten veintiocho obras que pueden relacionarse con este proyecto (conservadas principalmente en el Museo del Prado y Patrimonio Nacional), a las que se pueden añadir otras seis más actualmente destruidas o cuyo paradero se desconoce, todas ellas citadas en la Testamentaría de Carlos II. En total, unas treinta y cuatro pinturas, el conjunto más numeroso de todos los del Retiro incluyendo el Salón de Reinos y sólo inferior en número a las escenas mitológicas que en esos mismos años el cardenal-infante don Fernando, hermano del rey, solicitaba a Rubens para la Torre de la Parada. Su número constituye el primer argumento que permite entender la importancia otorgada a este ciclo en el nuevo palacio (Texto extractado de Úbeda de los Cobos, A. en: El Palacio del Rey Planeta. Felipe IV y el Buen Retiro, Museo Nacional del Prado, 2005, pp. 169-170; 180-182; Proyecto Iconografía Musical, U.C.M.).