Mujeres sorprendidas por soldados
Hacia 1812. Sanguina, Lápiz compuesto sobre papel verjurado, 188 x 237 mmNo expuesto
Dibujo preparatorio para un Desastre no grabado o no editado. Composición recuadrada con sanguina, esquinas realzadas con toques del mismo material. Marcas angulares en el verso, a lápiz compuesto, coincidentes en su ubicación con los realces del marco en el recto. Impronta de una huella y restos de tinta negra en el borde superior, tal vez por efecto de la presión del tórculo durante el proceso de calco del dibujo sobre la plancha de cobre, 161 x 229(r) mm. Si la hipótesis del calco del dibujo sobre la matriz se confirma, resultaría evidente la voluntad del artista de grabar la imagen. De modo que la lámina pudo haber sido grabada, aunque desestimada antes de la edición. El papel presenta manchas generalizadas y extendidas por la superficie de la hoja. La composición del dibujo D03988 es similar a la del diseño D03989. El grupo central y el soldado del vano a la derecha coinciden en ambos dibujos, que sólo difieren en los personajes del segundo plano a la izquierda. Sánchez Cantón tituló el dibujo D03988 Huyen.
En la serie Desastres de la Guerra, elaborada entre 1810 y 1814, Goya ofrece una visión crítica y personal de las consecuencias de la Guerra de la Independencia española (1808-14), lejos de las imágenes propagandísticas de sus contemporáneos. A través de estas estampas Goya censuró la irracionalidad de la guerra y la brutalidad ejercida por ambos bandos, cuyo resultado fue siempre el sufrimiento, el dolor y la muerte. Su significado trasciende la representación visual de una contienda concreta y puede considerarse el primer alegato en contra de todas las guerras. Desastres de la guerra fue el título que la Real Academia de San Fernando puso en 1863 a la primera edición de estos aguafuertes, que Goya no llegó a publicar en vida.