Sacerdote egipcio
Mediados del siglo XVIII. Lápiz sobre papel, 480 x 337 mm. No expuestoObra conservada en el museo (E000415) y conocida como Estatua Egipcia o Sacerdote de Bubastis. Mide 166 cm de altura. Su origen es problemático. Hoy día carece de mano izquierda y de brazo derecho, perdidas muy antiguas: ya en los inventarios realizados a la muerte de Carlos III se dice que le faltan dichos miembros y aparece publicada en el presente estado por Clarac. La fragilidad de la escultura, compuesta por múltiples fragmentos, explica también numerosas variantes que se observan entre su representación en el Álbum del Carpio y el presente dibujo. Aun concediendo al dibujante del Marqués un cierto margen de infidelidad, parece evidente que, entre ambos dibujos, hubo retoques que afectaron al acabado de la cascada de pliegues que cae desde el vientre hasta los pies, a la colocación de los brazos y al tocado del personaje. Cabría incluso pensar en un cambio de cabeza, que hubiera colocado sobre la presente figura, con ciertas correcciones y retoques. Por lo que se refiere a la identidad del personaje, recordamos la posibilidad de que B. interpretase mal a Ajello e intercambiase las referencias a las obras figuradas en otros dibujos. Sin embargo, tan aleatorio sería para la presente obra el título de Sacerdote de Bubastis, es decir del templo de la diosa Bastet en dicha ciudad como el de Marco Antonio u otro príncipe de su época.
El dibujo forma parte del conocido como Cuaderno de Ajello formado por un conjunto de cincuenta y nueve hojas sueltas, con dibujos a lápiz, destinadas a servir de modelo para la realización de una serie de grabados, que debían ilustrar un catálogo descriptivo de las esculturas reunidas por Felipe V y su esposa, Isabel Farnesio, en el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso.
Museo Nacional del Prado, El Cuaderno de Ajello y las esculturas del Museo del Prado, Madrid, Museo del Prado, 1998, p.46-47