San Antonio Abad
Hacia 1665. Óleo sobre lienzo, 96,5 x 42,5 cm. No expuestoPor sus vibrantes toques luminosos, el tipo de pincelada deshecha y violenta y la crispación de sus actitudes se atribuyeron ésta obra, Santa Inés (P7637), y otras dos pinturas que representan a Santa Catalina y a San Agustín (hoy en el Museo Lázaro Galdiano) al pintor sevillano Valdés Leal, hasta que en 1944 Angulo Íñiguez, al reparar en lo que escribió Ceán Bermúdez sobre el gran parecido que existía entre las pinturas de Valdés y las de Rizi, los restituyó al madrileño Francisco Rizi, haciendo notar que ya en 1927 Elías Tormo había planteado la duda de que podrían ser originales de los pintores Francisco Herrera el Mozo o de Rizi.
Su chispeante estilo y los modelos empleados por el artista, similares a los de las pinturas que fueron del convento madrileño de franciscanas menores de Nuestra Señora de los Ángeles (hoy en el Museo del Prado), hacen pensar que posean una cronología muy próxima, situada dentro de su etapa de producción tardía en torno a 1665. Ya Angulo sospechó que, a juzgar por sus alargadas proporciones, podrían proceder de las calles laterales de un retablo de pequeño formato o, en el caso de haber sido utilizadas como decoración de pedestales, aquél debería haber sido uno de grandes proporciones. El figurar entre los cuatro santos citados uno representando a San Agustín podría hacer pensar que el retablo en el que se hallaban procediese de una iglesia conventual de la orden agustina, por lo que a manera de hipótesis recordamos aquí que Palomino y Ceán citaron, entre las pinturas de Rizi, el quadro de Santa Catalina y los demás que están en su retablo en el templo agustino de San Felipe el Real de Madrid.
En 1917 todos pertenecían a la colección de D. José Lázaro Galdiano, sin embargo, tan sólo ingresaron en este Museo, en 1950, los que representan a Santa Catalina y a San Agustín, encontrándose desde entonces en paradero desconocido estos otros dos. Su aparición y la compra realizada por el Prado permiten reunir en Madrid los fragmentos de un conjunto antes disperso.
Museo Nacional del Prado, Un mecenas póstumo: el legado Villaescusa: adquisiciones 1992-1993, Madrid, Museo del Prado, 1993, p.82-84