Adán y Eva
1628 - 1629. Óleo sobre lienzo, 238 x 184,5 cmSala 025
Durante el segundo viaje de Rubens a España Pacheco cuenta como "(...) copió todas las obras de Tiziano que tiene el Rey: que son los dos baños: la Europa (...)". Es probable que, debido al gran número de obras de Tiziano en la colección real española, no copiara todos los Tizianos pero si algunos. En la actualidad se han conservado Diana y Calisto (Lancashire, Knowsley), Venus y Cupido (Museo Thyssen, No INV. 350 (1957.5) y las del Museo del Prado, El rapto de Europa (P1693) y ésta. La colección real española era una de las mejores en cuanto a obras de Tiziano no solamente por el número sino también por la variedad temática. Sus obras colgaban por diferentes sitios reales y Rubens pudo contemplarlas durante su viaje a España, momento en el que haría las copias. De todas las obras realizadas por el maestro entre 1628-1629, tanto las traídas de Flandes para Felipe IV, como las hechas en España para diferentes nobles y para la familia real, este conjunto es el más personal del artista durante su estancia. El ejercicio artístico del flamenco al copiar a Tiziano le permitió acercarse más a la técnica del veneciano, al uso del color y de las composiciones marcando un punto de inflexión en su producción que derivará en una técnica mucho más suelta.
El relato del viaje de Francesco Barberini a España en 1626 escrito por Cassiano dal Pozzo situaba la obra de Tiziano en las bóvedas de verano del Alcázar madrileño, donde presumiblemente se encontraba durante el viaje de Rubens dos años después. Éste se llevó las copias de vuelta a Amberes y posteriormente Felipe IV adquirió ésta, entre otras obras del artista, en su almoneda. De esta manera el rey tuvo al mismo tiempo las versiones de Tiziano y Rubens, si bien no llegaron a colgar juntas ya que a obra del flamenco aparece inventariada en 1674 en el Pardo.
La escena muestra la historia narrada en el Génesis 30, 9-19, el momento en el que Eva está cogiendo la manzana del árbol del conocimiento de manos del demonio, que en este caso aparece representado como mitad mujer mitad serpiente. La radiografía de la obra de Tiziano muestra a Adán algo más erguido con respecto a la obra actual. Sin embargo los cambios de Rubens con respecto al original de Tiziano son mayores, por lo que se aleja de las copias fieles que si había realizado en Italia, lo que podrían indicar que estamos ante un estudio derivado de la obra del maestro italiano más allá de una mera copia. De hecho su Adán guarda una mayor relación con la estatuaria clásica, en concreto con el Torso de Belvedere, que estudiaría en Roma y del que realizó algunos dibujos. Además de este cambio compositivo Rubens añadió un loro sobre un árbol situado justo al lado de Adán como representación del bien, quizá para reforzar la contraposición simbólica con respecto a Eva, que tiene un zorro a sus pies, símbolo del mal y la lujuria. La utilización de los animales simbólicos recuerda a los grabados de Durero sobre el mismo tema, pintando un gato a los pies de la mujer, símbolo de astucia frente al ratón a los pies de Adán, mostrándole dócil.
Información revisada y actualizada por el Departamento de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo del Prado (Marzo 2015)