Cristo en la Cruz
1631. Óleo sobre lienzo, 100 x 57 cm.Frente a la absoluta unanimidad sobre su autoría y sobre los extraordinarios méritos que existe respecto al Cristo de San Plácido (P1167), éste ha dividido mucho a los historiadores, entre los que hay algunos que no lo consideran obra autógrafa de Velázquez. Entre los argumentos esgrimidos en favor de la paternidad velazqueña figura la firma, si bien no deja de extrañar que un pintor tan poco amigo de dejar constancia de su nombre en sus cuadros haya querido hacerlo en una obra sin duda menor y de pocas pretensiones. También se esgrimen sus evidentes semejanzas anatómicas con el destinado a San Plácido, o la presencia de los cuatro clavos, que fue una singularidad iconográfica muy relacionada entonces con artistas del círculo de Pacheco, como su yerno o Alonso Cano. Algunos han hallado relaciones cromáticas con La túnica de José (Patrimonio Nacional) y La Fragua de Vulcano (P1171), dos obras próximas cronológicamente a la fecha que figura en la firma. Otros creen que, si bien relacionable con el entorno de Velázquez, se trata de una obra muy inferior a sus capacidades, con un fondo construido incluso con cierta torpeza, y que quizá fue realizada por el taller del pintor. Los estudios técnicos realizados en los últimos años aconsejan también ser escépticos acerca de la plena autoría velazqueña (Texto extractado de Portús, J.: Velázquez. Guía, Museo del Prado, 1999, p. 91).