El cardenal-infante Fernando de Austria, cazador
1778 - 1792. Aguafuerte, Bruñidor, Punta seca, Ruleta sobre papel avitelado, blanco, 484 x 323 mmNo expuesto
Entre 1777 y 1778 diversos ilustrados manifestaron su preocupación por la falta de grabadores que acometieran el proyecto de reproducir las pinturas que se conservaban en las colecciones españolas, fundamentalmente en los Palacios Reales, como medio para dar a conocer a nacionales y extranjeros la riqueza y el valor de nuestra pintura. Goya se hizo eco de esta idea y comenzó a grabar una serie de láminas en las que copió algunas de las más importantes pinturas de Velázquez conservadas en Palacio. Con ello no solo mostró su espíritu ilustrado, al compartir esta preocupación manifestada por Antonio Ponz entre otros, sino que alcanzó dos objetivos esencialmente artísticos: estudiar la pintura de Velázquez, que estará presente desde entonces en su propia obra, y aprender de forma autónoma el aguafuerte, técnica de grabado que le permitía una enorme libertad frente a la académica y compleja talla dulce, y que constituirá la base sobre la que se asentarán el resto de sus series de estampas: Caprichos, Desastres de la guerra, Tauromaquia y Disparates. Esta serie grabada al aguafuerte, lejos de pretender reproducir la apariencia formal de los cuadros, buscaba por encima de todo captar las cualidades luminosas y la esencia pictórica de Velázquez, aspectos que verdaderamente interesaban a Goya y que tendrán su reflejo en sus propias composiciones.
Las primeras estampas grabadas por Goya sobre las Pinturas de Velázquez fueron anunciadas en la Gaceta de Madrid el 28 de julio de 1778. Esta estampa, que representa al cardenal-infante hermano de Felipe IV, debió de grabarse entre 1778 y 1792, fecha en la que ingresaron las láminas en Calcografía Nacional (Calcografía Nacional: catálogo general, vol. 2, Madrid, 2004, p. 425).
Reproduce el lienzo de Velázquez del mismo título (P1186). Para otra edición de esta estampa véase G2290.