Mercurio y Argos
1636 - 1638. Óleo sobre lienzo, 180 x 298 cmSala 079
Esta pintura representa el momento en el que el dios levanta con su brazo derecho una espada, que dirige hacia el cuello de Argos, el pastor de cien ojos encargado de vigilar la vaca en que había sido convertida la ninfa Io por Juno, para alejarla del acoso de Júpiter, su marido. Como otros episodios de la vida amorosa de este dios, formaba parte importante de las Metamorfosis de Ovidio, el principal repertorio en el que se basaron las más de sesenta escenas mitológicas que adornaban la Torre de la Parada. (Texto extractado de Fábulas de Velázquez. Mitología e Historia Sagrada en el Siglo de Oro, cat. exp., J. Portus Pérez (edición a cargo de), Madrid, Museo Nacional del Prado, 2007, pp. 335-336).
La decoración de la Torre de la Parada, en cuyo proyecto también participaron otros autores como Velázquez, fue el mayor encargo que Rubens recibió de Felipe IV. A partir de 1636 se enviaron desde Amberes a Madrid más de sesenta obras para esta casa de recreo situada en los montes del Pardo. La mayor parte de las escenas narraban las pasiones de los dioses, según fueron descritas en las Metamorfosis del poeta romano Ovidio y otras fuentes clásicas. Para llevar a cabo un proyecto tan amplio, Rubens realizó pequeños bocetos sobre tabla, donde capta la esencia moral de las historias y las actitudes de los personajes. Estos bocetos sirvieron de base para la elaboración de los lienzos definitivos.
El Museo del Prado conserva diez de los bocetos de Rubens, nueve de ellos donados en 1889 por la duquesa de Pastrana, y uno adquirido en el año 2000. El Prado también conserva la mayor parte de los cuadros ejecutados a partir de los bocetos, entre ellos los realizados por el propio Rubens o por su taller (muchos de los cuadros fueron pintados por otros artistas). (Texto extractado de Vergara, A.; y Pérez Preciado J.J.: Rubens, Guías de la Colección. Museo Nacional del Prado, 2010, p. 52).