San Juan Bautista
1550 - 1555. Óleo sobre lienzo, 195 x 127,5 cm. No expuestoEsta obra se suma a las pinturas de Tiziano dedicadas a la figura de San Juan Bautista, con los ejemplos bien conocidos de la Galleria dell`Accademia de Venecia, pintado hacia 1530-1532, y el Escorial, realizado en 1565-1570. Cuando pintaba una obra, Tiziano solía realizar simultáneamente una copia, que conservaba en el obrador ante eventuales encargos. La copia se hacía mediante calco, pero una vez trasladada la composición original, se introducían pequeños cambios (en los gestos, el paisaje o el colorido), que hacía de la réplica un nuevo original, lo que explica que no haya dos tizianos idénticos. Este proceso se aprecia muy bien en las radiografías, pues las de las réplicas muestran invariablemente la composición de la que parten. Así, la radiografía del Bautista más tardío (Escorial), muestra la composición del anterior (Prado), y la radiografía de éste la composición del de la Accademia, el más temprano de los tres.
Estilísticamente, el Bautista del Prado está más próximo al de la Accademia que al del Escorial, y tanto el paisaje (la parte mejor conservada junto al celaje) como su inusual preparación de albayalde con adición de carbonato cálcico, remiten a obras realizadas por Tiziano entre 1550 y 1555. Retiene del Bautista de la Accademia su poderosa anatomía, deudora de la estatuaria clásica y contemporánea, y un tratamiento del color aún subordinado al disegno, y aunque en el paisaje se aprecia una pincelada más suelta, dista de la factura deshecha del ejemplar escurialense. Los tres cuadros visualizan otras tantas aproximaciones a la figura del Bautista. El de la Accademia lo muestra como el vehemente predicador que conmina al bautismo y la conversión con una oratoria inspirada en la retórica clásica; el del Prado, por contra, ilustra un momento anterior, cuando recibe arrobado la llama del Señor y acepta su voluntad posando la mano derecha sobre el pecho. El del Escorial incide en esta última dirección, ahondando en el desvalimiento espiritual del santo al mostrarlo con la macilenta anatomía de los eremitas.
El Bautista del Prado se documenta en España desde el siglo XVI y probablemente fue encargado por Martín de Gurrea y Aragón, V duque de Villahermosa. Se documenta más tarde en el convento de San Pascual Bailón, fundación de los Almirantes de Castilla, entre fines del siglo XVII y principios del siglo XIX, y su influencia en la pintura española fue notable a tenor de las numerosas copias localizadas (Texto extractado del folleto informativo: Tiziano. San Juan Bautista, Museo Nacional del Prado, 2012).