Caridad
1810. Sanguina, Lápiz compuesto sobre papel verjurado, 189 x 237 mmNo expuesto
Dibujo preparatorio para Desastres de la guerra, 27, Caridad.
Goya suprime, una vez más, cualquier referencia que pueda identificar el suceso para crear una escena sobrecogedora en la que de nuevo la falta de respeto al cuerpo humano constituye la idea principal. Quizá por ello, porque el tema es éste, Goya intencionadamente provoca una lectura que impide identificar con claridad a sus protagonistas. ¿Quiénes son los enterradores y quiénes los muertos? La comparación del dibujo preparatorio con el grabado no aclara especialmente la interpretación. La diferencia fundamental entre ambos estriba en la apariencia de las dos figuras que aparecen de pie a la derecha; en el dibujo, el personaje del extremo luce un gorro muy similar al colback que llevaban los cazadores a caballo de la Guardia de Napoleón, y que bajo el mando de Murat fueron los principales responsables de la represión. Este gorro cilíndrico bajo, forrado de piel, distinguía a estas tropas de la infantería que llevaba el schako, más alto, y que lucen los soldados del pelotón de fusilamiento del Tres de Mayo. De este modo, Goya va a identificar frecuentemente a los responsables franceses de la mayor parte de las escenas más violentas de la serie. Tras él aparece un personaje serio tocado con una especie de turbante que inmóvil contempla la escena. La caridad podría ser así entendida como un gesto de colaboración entre franceses y españoles a la hora de enterrar a sus víctimas. Sin embargo, en la estampa Goya suprime los gorros de ambos, con lo que el valor del cambio es sustancial, ya que de este modo son los españoles los únicos artífices de un rápido enterramiento realizado ante la figura de un anciano de rostro serio que parece cerrar los ojos ante el drama. (Texto extractado de Matilla, J.M.: Caridad, en: Goya en tiempos de Guerra, Madrid: Museo Nacional del Prado, 2008, págs. 322-323)